Palacio Legislativo 02-10-2012 (Notilegis).- Con un minuto de silencio en la sesión del Pleno, la bandera a media asta y el posicionamiento de los siete grupos parlamentarios, la Cámara de Diputados conmemoró este martes el 44 aniversario de los caídos en la lucha por la democracia, en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, en 1968.
Los
diputados recordaron el movimiento estudiantil y su aporte al proceso
democrático del país; en diferentes tonos señalaron los avances y mencionaron
los pendientes que aún tiene la nación.
La
diputada Paloma Villaseñor Vargas (PRI) aseguró que los jóvenes del 68 lucharon
por las reglas y principios democráticos para igualdades y obligaciones de los
ciudadanos, al tiempo que hizo un llamado a continuar con la evolución
democrática por una sociedad más justa.
“Es
una fecha propicia para reflexionar sobre las realidades democráticas de
aquellos años y de hoy, tan distinto y a la vez vinculado a las experiencias de
entonces, diálogo, justicia y democracia, que pedían los jóvenes del 68. Hoy
debemos escuchar en mayor medida a la juventud”, dijo.
Del
PAN, el diputado José Alfredo Botello Montes consideró que el mejor homenaje a
quienes lucharon aquel 2 de octubre de 1968 es continuar con esfuerzos para consolidar
el régimen democrático y evitar que se repita una masacre similar.
Recordó
que cuando universitarios y politécnicos se expresaron por la defensa de la
democracia, los legisladores de Acción Nacional hicieron valer los argumentos
por un México con mayores libertades y condenaron los abusos del régimen.
En
representación del grupo parlamentario del PRD, la diputada Amalia García
Medina advirtió que existe un riesgo de retroceso en México, al existir
innumerables demandas sin atender de los jóvenes que exigen mejores condiciones
y oportunidades.
“Ahí
está el Movimiento Yo Soy 132, expresándose. Jóvenes, hombres y mujeres
señalando que otro mundo es posible y, como dijeron los jóvenes de 1968, hoy lo
que corresponde es decir, seamos realistas, pidamos lo imposible, que es que en
México exista democracia plena”.
En
su opinión, el mejor homenaje a quienes lucharon hace 44 años en Tlatelolco es
no olvidar y seguir propugnando por un país justo, libertario y democrático.
Federico
José González Luna Bueno (PVEM) aseguró que a partir del movimiento de 1968 el
país entendió que sólo a través del diálogo, respeto y tolerancia se construye
la democracia.
Hizo
un llamado a todo gobierno al diálogo respetuoso, al respeto a la libertad de
expresión y a los derechos humanos. “A más de cuatro décadas de la masacre de
Tlatelolco, esta fecha no se olvida, no sólo por la crueldad de los
acontecimientos sino porque aún es necesario luchar para hacer fruto de sus
ideales”.
Ricardo
Cantú Garza (PT) aseguró que “la gran enseñanza de los sangrientos sucesos de
Tlatelolco es el de reivindicar el diálogo y la negociación política como
instrumento fundamental en la búsqueda de consensos”.
“No
es con el uso de la fuerza, como hace 44 años, ni con la imposición de las
mayorías como se construye la solución de los grandes problemas del país”,
agregó.
Alfonso
Durazo Montaño, de Movimiento Ciudadano, consideró que de Tlatelolco surgió una
sociedad que continúa luchando hasta el día de hoy por los mismos objetivos, ya
que, a 44 años de distancia, se mantiene la impunidad y corrupción en el
gobierno, la desigualdad social, la violencia y la pobreza.
Subrayó
que la lucha de miles de jóvenes de 1968 en demanda de libertad y democracia,
“ahogada en sangre por un gobierno represor”, debe quedar como lección para
quienes ahora piensan que es posible sustentar el poder público en la represión
y manipulación de la realidad.
René
Ricardo Fujiwara Montelongo (Nueva Alianza) manifestó que los jóvenes de 1968
lucharon por la libertad, sentaron las bases de la democracia electoral, el
desarrollo de la sociedad civil y lograron establecer que la solución de los
conflictos nunca debe ser a través de las armas y la represión, sino del
diálogo.
Expresó
que su grupo parlamentario recuerda con tristeza los sucesos de la noche del 2
de octubre de 1968 e insistió en que la juventud contemporánea debe retomar los
principios de aquella generación, uniéndose, por encima de sus diferencias,
para construir un México nuevo.
Luego
de los posicionamientos de los siete grupos parlamentarios, el presidente de la
Mesa Directiva, Jesús Murillo Karam, solicitó a la Asamblea ponerse de pie para
guardar un minuto de silencio por los hechos ocurrido el 2 de octubre de 1968.
Poco antes se izó a media asta la bandera de la plaza central de San Lázaro.
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