Dip. Raquel
Jiménez Cerrillo
@DipRaquelJC
Quienes
integramos las filas del Partido Acción
Nacional, como militantes o como parte de sus estructuras municipales,
estatales y nacional, deberíamos
concentrarnos en una profunda y seria reflexión
acerca de la reciente salida de militantes de las filas de este instituto Político.
No dudo que
la decisión de
algunos de ellos responde a intereses personales y aspiraciones no satisfechas,
pero muchos otros, la mayoría yo diría,
tiene su origen en un profundo sentimiento de indignación
y de impotencia al ver lo que pasa en nuestro amado partido.
Acción
Nacional nació y se fortaleció
durante décadas en la
democracia interna, en la participación
libre y voluntaria de cada uno de sus miembros, en la apasionante tarea de ir a
conquistar y convencer con ideas y propuestas primero a nuestros compañeros
y compañeras de
partido para que nos brindaran la confianza de ser sus abanderados en las
contiendas electorales y después a los
ciudadanos en campañas
constructivas. La democracia interna de Acción
Nacional ha sido quizá el sello
característico más
visible reconocido por los ciudadanos y por otros partidos.
Hoy por el
contrario en muchos estados del País
y particularmente en el nuestro, en Querétaro,
se acordó como método
de selección de
candidatos la designación, legítima
sí, puesto que la contemplan los
Estatutos; pero justa, razonable, necesaria, desde mi particular punto de vista
y la de muchos no lo es, "la designación"
violenta el legítimo
derecho de la militancia a elegir democráticamente
a sus candidatos, la decisión queda en
manos de unos cuantos entre quienes por cierto se afirma "ya hay
acuerdos".
Nos lastima
encontrarnos con la noticia y la fotografía
a todo color, de un aún militante
de otro partido político
registrándose como
aspirante para ser designado por el PAN como candidato a Diputado Local por el
Segundo Distrito de Querétaro, si
leyeron bien, no como alianza electoral, no como candidato común
de dos partidos, sino como aspirante a candidato de la marca PAN. El pragmatismo
de muchos rebasa el más elemental
sentido común,
atropella los derechos y aspiraciones legítimos
de los panistas, menosprecia el trabajo de meses y años
que militantes de ese distrito han hecho al interior del PAN pero también
con la ciudadanía.
El niño
naranja, como se le conoce es heredero no solo de la marca Convergencia sino
también de las prácticas
"mapachescas" que a su vez heredó
del PRI, partido del que proviene su familia, ha ido de escaño
en escaño y de
posición en posición
al ser integrante de la familia dueña
del Partido Convergencia, hoy ya no necesitará
de su partido ya que algunos personajes en el PAN Nacional en su posición
pragmática, egoísta
y en su empeño de
ganar-ganar están
dispuestos a "prestarle" las siglas del PAN y a cambio de qué?,
hay quienes afirman que de 20,000 votos, falta que los tenga, y aún
cuando los tuviera, ¿no es
justamente misión de todos
los panistas ir y conquistar con las tres "s" (suela, sudor y saliva)
el voto libre de cada ciudadano?, de eso se tratan las contiendas electorales,
que el candidato Panista enamore, contagie a la militancia y ésta
se vuelva un ejército azul
que se vuelque a las calles a contagiar y convencer ciudadanos que en la urna
den su voto a favor
del PAN.
Acción
Nacional vive el secuestro por parte de dirigentes y militantes en lo nacional
y en lo local que persiguen o toda costa sus intereses personales, dirigentes
que abandonan el timón del
Partido (coloquialmente hablando encargan el changarro) mientras van en busca
de otra posición
aprovechando el control y manipulación
que del padrón se tiene
en esos niveles. Utilizan e interpretan los Estatutos a contentillo para
decidir y revocar decisiones según
les convenga. Renuncian a la tarea de generar y aportar a la sociedad
gobernantes, funcionarios, servidores públicos
honestos, profesionales, distinguidos y distinguibles del resto, por el
contrario solapan y premian conductas reprobables que refieren corrupción,
abuso de autoridad, conflicto de intereses, moches, casinos, espionaje....y no
pasa nada.
Por eso
afirmo, es tiempo de reflexionar pero también
de actuar en consecuencia y en congruencia, de devolverle al PAN toda su
esencia. Coincido con la Secretaria General en funciones de Presidenta del CDE
cuando afirma que las puertas del Partido están
abiertas para quienes quieran incorporarse pero también
para quienes quieran salir, y como no estar de acuerdo si así
debe ser, adhesión libre y
voluntaria, renuncia libre y voluntaria.
Pero la
conclusión no es tan
sencilla, insisto hay que voltear a ver las causas de esas renuncias, las
cuales por cierto respeto y me duelen como duele el hermano que deja el hogar.
Y para
quienes se lo pregunten, YO NO ME VOY del PAN, tengo una militancia de 25 años,
vivo y trabajo en congruencia con la Doctrina humanista de Acción
Nacional, me importa y mucho colaborar para recobrar la esencia del Partido Acción
Nacional, me quedo para entregar mi trabajo apegada siempre al código
de ética que nos rige, me quedo
para contagiar y formar nuevas generaciones de verdaderos panistas, me quedo a
seguir siendo crítica pero
también propositiva, me quedo para
ver como esos mercenarios de la política
terminan donde deben estar, me quedo a honrar a los fundadores y militantes que
a lo largo de 75 años han
brindado generosamente su tiempo y talento para hacer de este México
una Patria ordenada y generosa.
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